Las enseñanzas de Hermes
“Si luego no te asimilas a Dios,
no puedes aprehender a Dios;
porque al igual lo conoce
su igual. Despréndete de todo lo
corpóreo y ponte a la altura
de esa grandeza que está más allá
de toda medida. Supera
todos los tiempos y vuélvete eterno,
así aprehenderás a Dios.
Piensa que tampoco para tí hay
nada imposible, piensa
que tú también eres inmortal
y que puedes asir todas las cosas con
tu mente y conocer todo oficio
y toda ciencia. Sentir que es tu casa
la casa de toda criatura
viviente... pero si encierras
tu alma en tu cuerpo, y te degradas, y
dices ‘No sé nada, no puedo
hacer nada, temo a la tierra y al mar,
no puedo remontarme al cielo;
no sé quién fui ni quién seré’;
entonces ¿qué tienes tú que ver con
Dios? Tu pensamiento no
puede asir lo bello y lo bueno si te
aferras al cuerpo y eres
malvado. Porque es el colmo de la
maldad no conocer a Dios. Pero
ser capaz de conocerlo y
poner deseo y esperanza en ello, es el
camino directo hacia el bien
y es un camino fácil de recorrer”.
“... porque no hay nada que no
sea Dios. ¿Y dices que ‘Dios es
invisible’? No digas eso.
¿Quién se manifiesta más que Dios?”
(CORPUS HERMETICUM; XI.2)
“Si luego no te asimilas a Dios,
no puedes aprehender a Dios;
porque al igual lo conoce
su igual. Despréndete de todo lo
corpóreo y ponte a la altura
de esa grandeza que está más allá
de toda medida. Supera
todos los tiempos y vuélvete eterno,
así aprehenderás a Dios.
Piensa que tampoco para tí hay
nada imposible, piensa
que tú también eres inmortal
y que puedes asir todas las cosas con
tu mente y conocer todo oficio
y toda ciencia. Sentir que es tu casa
la casa de toda criatura
viviente... pero si encierras
tu alma en tu cuerpo, y te degradas, y
dices ‘No sé nada, no puedo
hacer nada, temo a la tierra y al mar,
no puedo remontarme al cielo;
no sé quién fui ni quién seré’;
entonces ¿qué tienes tú que ver con
Dios? Tu pensamiento no
puede asir lo bello y lo bueno si te
aferras al cuerpo y eres
malvado. Porque es el colmo de la
maldad no conocer a Dios. Pero
ser capaz de conocerlo y
poner deseo y esperanza en ello, es el
camino directo hacia el bien
y es un camino fácil de recorrer”.
“... porque no hay nada que no
sea Dios. ¿Y dices que ‘Dios es
invisible’? No digas eso.
¿Quién se manifiesta más que Dios?”
(CORPUS HERMETICUM; XI.2)