Sobre las casualidades y las causalidades... (parte III)

(Última parte)

Después de este post prometo dejar de aburrirte con todas estas historias sobre mí (al menos por un rato :P) y centrarme nuevamente en el objetivo de este blog.

La casualidad más causal creo que la estoy viviendo en este momento, con una serie de cosas que están pasando en mi vida. Puede ser todo el producto de mi imaginación, o que algo se esconde detrás... Sin dar detalles al respecto (todavía no sé en qué desembocará) sólo puedo decir que todo es demasiado causal para mi gusto.

Otra causalidad importante en mi vida fue la que me llevó a conocer a mi grupo de amigos de facultad.

(Cumpleaños de 15 de mi prima Pamela, la de verde más bajita. Esta foto debe tener 2 años aproximadamente, es la única que encontré en la que estemos todos)

Bueno, la historia comienza cuando estoy por empezar a estudiar (al margen de las vueltas que di para elegir la carrera). Cuando me decidí fui a inscribirme en una de las facultades. Estuve toda la mañana haciendo colas, trámites, comprando cuadernillos de ingreso, etc. Después de eso, me quedó la tarde entera libre, así que salí a recorrer la ciudad con un amigo (y mi hermano). Al pasar por otra facultad (en la que se estudiaba la misma carrera) decidí parar a ver, por curiosidad, qué se necesitaba para inscribirse, y me dijeron que sólo tenía que rellenar una planilla, así nada más, simple, sin tanto papeleo como en la otra, así que lo hice, por las dudas...

En ese momento justo la facultad estaba de paro y me acuerdo que había un revuelto de alumnos protestando por no poder rendir en esas mesas de exámenes. Parecía que nadie sabía nada, y dudé si era suficiente con eso para inscribirse, pero como no tenía mucho interés... lo delegué a la “suerte”.

La cuestión es que, después de averiguar bien, me comentaron que era muchísimo mejor el nivel de esta facultad que el de la otra, y que, con todo el tema del paro, el examen de ingreso se había suspendido para unos meses más adelante... ¡genial!.

Al tiempo me fui a Bariloche al viaje de estudios y me olvidé del mundo por unos días (:D). Cuando regresé me puse a estudiar en los 10 días que me quedaban. Pasado el examen llamé por teléfono para averiguar la nota y, además de decirme que aprobé, unos segundos antes de colgar me hace un comentario como: “total a partir de mañana empiezan con el taller universitario”, ¿QUÉ?¿QUE TALLER QUÉ? Yo, en mi burbuja, ni me había enterado que había que hacer algo más (porque no era mi intención estudiar ahí).

Allí comenzó lo que sería una semana de locos, viajando desde mi pueblito todos los días (4 horas), porque nunca había buscado casa todavía, luego conseguí un lugar más cerca para quedarme provisoriamente.

¡BASTA DE TANTOS DETALLES ABURRIDOS! La cuestión es que así ingresé impensadamente a lo que es mi facultad, y no me arrepiento ni un segundo porque allí conocí a gente maravillosa (y sigo conociendo).

Historias similares les pasaron a algunos de mis amigos, por ejemplo, uno comenzó y se cambió a otra carrera después de 2 años, hoy en día dice: “pasé por la facultad sólo para conocerlos a ustedes”, otro, viviendo a muchos kilómetros, y habiendo tenido a la novia a otros tantos, se encaprichó que quería estudiar en esa facultad, aunque no lo parezca para mí es bastante sospechoso (ellos seguramente contarían mejor la historia).

Así de simple es el tema... ¿casualidad o causalidad?