sábado, septiembre 11, 2010

Los mineros



Hace varios años leí esta historia a la que hoy hago referencia. Después de estar pensando durante un rato cómo encontrarla, finalmente recordé que es de Jorge Bucay y pude localizarla en Internet. 

Seis mineros trabajaban en un túnel muy profundo extrayendo minerales desde las entrañas de la tierra. De repente un derrumbe los dejó aislados del afuera sellando la salida del túnel. En silencio cada uno miró a los demás. De un vistazo calcularon su situación. Con su experiencia, se dieron cuenta rápidamente de que el problema sería el oxígeno. Si hacían todo bien les quedaban unas tres horas de aire, cuando mucho tres horas y media.

Mucha gente de afuera sabría que ellos estaban allí atrapados, pero un derrumbe como este significaría horadar otra vez la mina para llegar a buscarlos. ¿Podrían hacerlo antes de que se terminara el aire?

Los expertos mineros decidieron que debían ahorrar todo el oxígeno que pudieran. Acordaron hacer el menor desgaste físico posible, apagaron las lámparas que llevaban y se tendieron todos en el piso. Enmudecidos por la situación e inmóviles en la oscuridad era difícil calcular el paso del tiempo.

Incidentalmente sólo uno de ellos tenía reloj. Hacia él iban todas las preguntas: “¿Cuánto tiempo pasó? ¿Cuánto falta? ¿Y ahora?”. El tiempo se estiraba, cada par de minutos parecía una hora y la desesperación ante cada respuesta agravaba aun más la tensión.
El jefe de los mineros se dio cuenta de que si seguían así la ansiedad los haría respirar más rápidamente y esto los podía matar. Así que ordenó al que tenía el reloj que solamente él controlara el paso del tiempo. Nadie haría más preguntas, él avisaría a todos cada media hora.

Cumpliendo la orden, el del reloj controlaba su máquina. Y cuando la primera media hora pasó, él dijo: “ha pasado media hora”. Hubo un murmullo entre ellos y una angustia que se sentía en el aire.

El hombre del reloj se dio cuenta de que a medida que pasaba el tiempo, iba a ser cada vez más terrible comunicarles que el minuto final se acercaba. Sin consultar a nadie decidió que ellos no merecían morirse sufriendo. Así que la próxima vez que le informó la media hora, habían pasado en realidad 45 minutos.
No había manera de notar la diferencia así que nadie siquiera desconfió.

Apoyado en el éxito del engaño la tercera información la dio casi una hora después. Dijo: “pasó otra media hora”... y los cinco creyeron que habían pasado encerrados, en total, una hora y media y todos pensaron en cuan largos se le hacía el tiempo.

Así siguió el del reloj, a cada hora completa les informaba que había pasado media hora.

... Entre tanto la cuadrilla apuraba la tarea de rescate, sabían en qué cámara estaban atrapados y que sería difícil poder llegar antes de cuatro horas. Llegaron a las cuatro horas y media. Lo más probable era encontrar a los seis mineros muertos. Encontraron vivos a cinco de ellos. Solamente uno había muerto de asfixia... ¡El que tenía el reloj!

¿Por qué me vino a la mente esta historia? Porque creo que nos pasa igual en la vida. Llega un punto en el que empezamos a pensar en el tiempo que nos queda de vida, en que ya somos viejos para aprender cosas, para hacer ciertas cosas que queríamos hacer hace algunos años. De alguna manera, nos pasa como a los mineros, que al saber que el tiempo es limitado, nos dedicamos más a morir que a vivir. Tenemos una idea establecida sobre a qué edad una persona es “vieja”, pero en realidad eso lo impone uno mismo. Conozco a personas que a los 50 años son viejas, porque así lo decidieron, ya se dieron por vencidas; en cambio, otras personas tienen 80 años y se les nota una vitalidad, unas ganas de vivir... Todo depende de uno mismo, de cuándo uno se autodeclara que vivió suficiente, en ese punto comienza un proceso de decaimiento. En ese momento llevamos cuenta de cuántos minutos faltan para que se acabe el aire.

¿Quieres vivir feliz? ¿Quieres vivir hasta tu último minuto? No te preocupes por el tiempo que queda... vive como si no cumplieras años, libre del tiempo.

miércoles, mayo 12, 2010

La mitad de un problema es no descubrir el problema


El primer paso para resolver un problema es darse cuenta de que el problema existe. ¿Por qué digo algo tan obvio como esto? Muchas veces, aunque el problema existe, no nos damos cuenta de que está ahí, convivimos con el problema. Sabemos que algo no está bien, sabemos que algo nos molesta, pero no somos capaces de ver más allá de esa molestia. No podemos hacernos conscientes del problema. Nos pasa frecuentemente, hasta con cosas cotidianas. Es como cuando vamos caminando y algo nos molesta en el pie. Muchas veces seguimos caminando con la molestia, sin darnos cuenta de que sería mucho más fácil y más cómodo parar un momento y sacar la piedrita que se metió en el zapato.

Esto también sucede cuando hay algo que hacemos de manera ineficiente. La norma preestablecida (o la sociedad, o la costumbre) dice que hay que hacerlo de "esa" manera. Seguimos intentando hacerlo de esa manera, aunque nos cueste trabajo, pero no somos capaces de buscar una manera alternativa de hacerlo, una manera que nos facilite la tarea. Nos acostumbramos a hacerlo de la misma forma que nos enseñaron.

sábado, enero 02, 2010

Detente por un segundo...




Nuestro pequeño mundo nos ahoga, no nos deja pensar en nada más que resolver los problemas inmediatos. Pasar el siguiente examen, pagar el alquiler, conseguir esos zapatos que tanto me gustaron... o cualquier cosa que atrape nuestra atención y nos distraiga del mundo más grande.

Ya no somos capaces de observar las cosas cotidianas que están en frente de nuestra vista. ¿No te parece cierto lo que digo? A veces estamos tan ocupados que nos pasamos días sin levantar la vista al cielo, días sin ver las formas locas de las nubes, los atardeceres de nubes en llamas... la luna que aparece en pleno día (¿alguna vez averiguaste durante cuántos días al mes se puede ver la luna en pleno día?, seguramente más de las que te diste cuenta).

Te tomaste un momento para ver un caminito de hormigas que llevan comida a su hormiguero, o te pusiste a observar las vueltas raras de un poco de humo en el aire, digo realmente observar, detenerte por un instante y verlo conscientemente, no simplemente saber cómo hace.

Ésta podrá ser la pregunta más absurda de todas, pero ¿alguna vez te pusiste a hacer algo tan simple como ver lo que pasa al levantar tu pie del pasto? ¿observaste lo que sucede con los yuyos? Esto es algo que no te puedes perder, inténtalo...

Cada tanto tiempo, detente por un segundo, y observa las cosas que suceden a tu alrededor, vas a descubrir cosas increíbles que quizás nunca supiste que estaban ahí.

lunes, julio 13, 2009

Mi palabra favorita


Hace mucho tiempo tuve una conversación interesante con uno de mis hermanos. Él me decía que tiene una palabra favorita. Una palabra que rige su vida, que es parte de su meta de vida o que simplemente es importante para él. Yo en ese tiempo no le hice mucho caso, me pareció bien, pero no le encontraba mucho sentido al asunto.

Para darte un ejemplo de a qué me refiero, él había elegido la palabra "equilibrio". Su meta era o es llegar a un equilibrio, es algo que siempre está buscando, es su “fin en mente” (del que habla Covey).

Después de mucho tiempo “mi palabra” llegó sola, sin estarla buscando: decidir. Nótese que, en vez de un sustantivo, como eligió mi hermano, yo elegí un verbo. De eso se trata la vida desde mi punto de vista, es una acción constante. Todo lo que hacemos en la vida es decidir, bien o mal, y cada decisión deja una marca. Somos responsables de las cosa que decidimos y también de sus consecuencias, aunque lo más común (y más conveniente) es echarle la culpa a algo o a alguien más de las cosas que decidimos o de las que nunca llegamos a decidir.

Cada singular instante de decisión en que elegimos un camino o el otro, vamos creando nuestro futuro; nuestro presente es una consecuencia de nuestras decisiones pasadas. Decidir es lo que nos hace humanos, lo que nos da el poder, un poder que muchos no valoran.

Cada quien, en este mismo instante puede decidir hacer lo que le plazca, desde luego, bien o mal, como dije anteriormente, teniendo consciencia de las consecuencias o sin tenerla (igual, seguro va a haber consecuencias). Muchos viven su vida pensando que hacen las cosas por obligación o porque así lo impone la sociedad (o por la razón que quieras poner ajena a uno); que no tienen decisión sobre lo que está resultando actualmente. Eso mismo también es una decisión, el haber elegido vivir de esa manera, el haber elegido ser efecto en vez de causa (más adelante hablaré sobre esto).

En este mismo instante podés decidir que las cosas sean de otra manera. El decidir es tan poderoso que puede ir mucho más allá de lo que podemos imaginar. El tenerle rencor a alguien, es también por así haberlo decidido. Aunque a veces parezca imposible, uno, en un instante, puede borrar de su mente ese rencor.

Suena complicado, pero es más simple de lo que parece, se trata de un interruptor, de un “apagado” o “encendido”. Todo lo que hay que hacer es mover ese interruptor para el lado que queramos. , quiero estar bien, lo decido en este instante. No, quiero seguir mal, también lo estoy decidiendo.

Puedo dar miles de ejemplos de esto y de cómo un instante de decisión puede ser un punto de inflexión en tu vida, pero este post ya se haría muy largo y más aburrido de lo que está :-P .

En fin, ésa es mi palabra favorita. Si te animás, decime cuál es la tuya y por qué

sábado, mayo 02, 2009

¿Por qué esperar?


Por qué uno tiene la idea de esperar a que algo ocurra para hacer otra cosa. Esperar a que sea lunes para comenzar la dieta, esperar a que sea año nuevo para dejar de fumar, esperar a que alguien haga algo más, para poder comenzar con alguna actividad.

Esas son meras ideas que tenemos en la cabeza, es nuestro paradigma que nos ata a hacer las cosas de una manera determinada. Esas cosas que queremos hacer pueden empezar hoy mismo, a la hora que sea, en el momento en que digamos sí, quiero hacerlas, y ya.

Es una cuestión de decisión, como todo en esta vida. Las otras son sólo excusas que nos inventamos para hacer de cuenta que tenemos alguna razón para no empezar con aquello que queremos o debemos hacer. Empezá ahora mismo con lo que querés hacer, el tiempo no espera… sigue corriendo.

viernes, enero 18, 2008

De la pirámide a la red...



Si hay algo que me emociona más que ver el amor entre dos viejitos, verlos caminando lentamente, pero de la mano, a sus ochenta y tantos o noventa años, es ver que las personas se unen para construir algo qua va más allá de su beneficio propio o para ayudar sin ningún interés personal.

Hoy quiero recomendarte este documental, La Toma, que te muestra que es posible hacer que las cosas sucedan si, en vez de permanecer como individuos, nos unimos. Es un documental hecho por canadienses sobre lo que está ocurriendo en Argentina.

De las fábricas abandonadas, del cemento agrietado y de las máquinas oxidadas que quedaron después de que Menem vendió hasta lo que no teníamos, un grupo de ex trabajadores que quedaron sin empleo, están volviendo a las fábricas a trabajar. Sin jefe, tomando las decisiones entre todos, cobrando todos lo mismo, como equipo, sin que nadie tome ventaja sobre el otro, la aplicación viva de la política ganar-ganar.

El lema es “ocupar, resistir y producir”. Toman las fábricas abandonadas y prácticamente destruidas en las que alguna vez trabajaron (algunas con deudas considerables); hacen turnos de vigilancia y combaten con gomeras a la policía que quiere quitarlos; y ponen a funcionar las máquinas para producir, haciendo donaciones a la comunidad, ayudándose entre las distintas fábricas tomadas y viendo la mejor forma en que todos ganen.

Son 15.000 personas las que trabajan en estas fábricas autogestionadas y esta cantidad sigue creciendo cada año. Tal vez estamos presenciando una nueva forma de trabajo que, por los resultados que podemos apreciar, funciona. Así es como surgen los nuevos movimientos, dejando de conofrmarnos con lo que hay y haciendo algo para cambiarlo.

Podés ver este documental completo aquí.

domingo, enero 13, 2008

¿Por qué dejamos que nos piquen los ojos?


Según lo que he leído por ahí, la riqueza total del mundo serviría para que todos pudieran vivir muy bien, sin carencias, sin hambre.

Por otro lado, si nos ponemos a pensar, hasta al más rico le sirve que la gente tenga dinero.

Las empresas siempre están buscando a su público objetivo, aquellas personas a las que está dirigido su producto. Mientras más amplio sea el rango de este público, más compradores tendrán. Uno de los principales limitantes es el poder adquisitivo de las personas.

Ahora, si la empresa vende automóviles de precio intermedio, es algo que le interesará a un grupo con poder adquisitivo que supera cierto límite mínimo. Imaginemos que este rango de personas se amplía, al aumentar el nivel de ingresos de aquellas personas que no estaban incluidas… esto representa mayor ingreso para la empresa.

En caso contrario, si una institución quita la mitad de sus ingresos a cada persona, y luego vuelve a sacar la mitad, y así sucesivamente, inevitablemente la persona se volverá cada vez más pobre (enriqueciéndose alguien más). Esto representa una pérdida para la empresa de automóviles, ya que habrá menos compradores para su producto.

Según la Ley de Pareto, el 20% de la población tiene el 80% de las riquezas. Si este 80% de riquezas estuviera distribuido, representaría más compradores para las empresas.

Podemos concluir que hasta al más rico le conviene que haya dinero en circulación para poder mantener su riqueza e incrementarla. Mientras más dinero haya circulando, la gente podrá invertir más en su negocio.

Entonces… ¿por qué le conviene a cierto grupo de gente con poder que la riqueza esté en manos de unos pocos y que la gran mayoría se esté preocupando por tener lo suficiente para el pan?

Para responderte te planteo otra cuestión…

¿Qué pasaría si sólo una persona en el mundo tuviera superinteligencia, o tuviera la capacidad de leer la mente de otras personas, o de mover objetos con la mente, o cualquier cosa extraordinaria que se te pueda ocurrir?

Esto haría que la persona esté por encima de los demás (independientemente de cómo use esta habilidad), le daría poder.

Ahora, ¿qué pasaría si todas las personas del mundo también tuvieran esta habilidad extraordinaria? La respuesta es simple, ya no sería algo extraordinario, sería algo normal, y ya no concedería poder.

A mi parecer, éste es el pensamiento de las personas que están en el poder, de aquellas personas que quieren mantener a la población con ingresos bajos, entretenidos viendo la tele, y lo suficientemente preocupados por sobrevivir en vez de poner su atención en cómo vivir mejor.

Dicen que en tierra de ciegos el tuerto es rey…
Y lo que están haciendo en este momento es picarnos los ojos a todos, para poder ser los reyes.

La pregunta es, ¿por qué no hacemos algo al respecto? ¿por qué dejamos que nos piquen los ojos?


lunes, agosto 13, 2007

¿Y si los pilares de la ciencia se tambalearan?



La física ha sido siempre una asignatura pendiente para mí. Necesitaba un libro que me introdujera a esta materia desde una perspectiva más sencilla y creo haberlo encontrado. En este libro (“La evolución de la física”, escrito por Albert Einstein y Leopold Infeld) leí algo que me dejó pensando…

“Los conceptos físicos son creaciones libres del espíritu humano y no están, por más que lo parezca, determinados unívocamente por el mundo exterior. En nuestro empeño de concebir la realidad, nos parecemos a alguien que trata de descubrir el mecanismo invisible de un reloj, del cual ve el movimiento de las agujas, oye el tic-tac, pero no le es posible abrir la caja que lo contiene. Si se trata de una persona ingeniosa e inteligente, podrá imaginar un mecanismo que sea capaz de producir todos los efectos observados; pero nunca estará segura de si su imagen es la única que los pueda explicar. Jamás podrá compararla con el mecanismo real, y no puede concebir, siquiera, el significado de una tal comparación.”

Lo más interesante es que todo lo que lleva visto la ciencia hasta el día de hoy puede basarse en una de estas explicaciones del funcionamiento del reloj. La ciencia explica mecanismos que observa, creando leyes, que se basan en otras leyes, que no fueron más que otra explicación de otro fenómeno. A veces intenta encajar piezas que no encajan en el rompecabezas, forzándolas a entrar, como el caso del experimento de las dos ranuras. Otras veces, un nuevo descubrimiento obliga a replantearse alguna de estas leyes, para luego descubrir que no era cierta (ejemplo: el calórico).

Pero si la realidad depende del observador, de su Universo interior, como dice Maturana… puede que exista una explicación completamente distinta de todo, y que no podamos verla, quizás, por estar tan enfrascados y limitados por lo “descubierto por la ciencia”, partiendo de “buenas explicaciones” para hacer nuevas “buenas explicaciones”. Si la premisa inicial fuera falsa, todo lo que hoy creemos como cierto pasaría a ser NADA.

De pronto consideramos que la palabra del científico es “palabra santa” (aunque suene contradictorio el término), creyendo que, como está demostrado, es correcto. Y yo me pregunto, ¿no será que preferimos creer en “lo que está demostrado” porque nos sentimos demasiado incultos como para cuestionarlo? Al menos a mí es lo que me pasa, no me atrevo a cuestionar las leyes de Newton, y explicar algún fenómeno de otra manera, arrancar de cero en la explicación, porque siento que no sé.

Ahora, otra cosa que leí en este libro y que me llamó muchísimo la atención es que, en la historia de la física, los que más descubrieron fenómenos y formularon leyes, fueron personas que no estudiaron física, sino que lo hacían como un hobbie. Observaron algo que les llamó la atención, hicieron algunos experimentos, y luego sacaron conclusiones. Todos tenemos la capacidad de observar, y de sacar conclusiones. Y podríamos descubrir o explicar muchas de las cosas que observamos, si nos atreviéramos a cuestionar las que ya existen, a dudar de esas explicaciones.

Pensá en esto…


martes, junio 05, 2007

Puntos ciegos en nuestras vidas


En mi blog “Mi parte curiosa” expliqué el por qué del fenómeno del punto ciego del ojo, pero mi explicación no fue más que a nivel biológico. Si querés hacer el experimento hacé clic aquí.

Dejé la parte más importante de este fenómeno para explicarla acá, porque me servirá como introducción para desarrollar el por qué en nuestras vidas no podemos reconocer nuestros errores.

Como dije, el fenómeno ocular se debe a que el nervio óptico no tiene células fotorreceptoras, por lo que es el único punto de la retina donde no podemos ver. Pero lo curioso es ¿por qué no vemos un hueco al mirar en la pared si en ese lugar no podemos ver? ¿por qué no nos damos cuenta de que no vemos en ese punto?.

La respuesta es que nuestro cerebro hace el truco, extrapola en función de la información que pudo recolectar, rellenando el hueco con lo que creyó que podría encajar en ese lugar.

Esta puede resultar una magnífica habilidad. De hecho Euler escribió al respecto:

“En ella se basa todo el arte pictórico. Si estuviéramos acostumbrados a juzgar las cosas por la propia verdad, este arte no podría existir, lo mismo que si fuéramos ciegos. En vano consumiría el pintor todo su arte en mezclar colores; nosotros diríamos: en esta tabla hay una mancha roja, una azul, aquí una negra y allí varias líneas blanquecinas; todo estaría en un plano, no se vería en él ninguna diferencia en las distancias y no sería posible representar ni un solo objeto. Cualquier cosa representada en un cuadro nos produciría la misma sensación que una carta escrita en un papel, y puede ser que hasta procurásemos comprender la significación de todas las manchas policromas. Con toda nuestra perfección, ¿no seríamos dignos de lástima al privarnos de la satisfacción que diariamente nos produce un arte tan útil y agradable?”


Así como su pro, tiene su contra. Nuestro cerebro intenta corregir el error, para que no lo percibamos, pero aplica este mismo criterio con los errores que cometemos a diario. La primera cosa que hacemos cuando cometemos un error es tratar de explicar el por qué lo hicimos de esa manera, y cómo es que no está mal. Cuando llegamos tarde a algún lado, cuando no entregamos ese trabajo, cuando prometimos pasar a visitar a alguien y no lo hicimos, cuando nos peleamos con alguien, cuando... agregale lo que quieras, lo primero que hacemos es justificar nuestra acción y si es posible echarle la culpa a alguien más, para quitarnos responsabilidad. De esa manera, sin responsabilidad, ya no hay error. Terminamos usando toda nuestra capacidad para dar una buena explicación que suene lo más convincente posible, no sólo para el que la escucha, sino también para nosotros mismos.

Soy consciente de que hay situaciones particulares en que algo hace que las cosas no salgan como las planeamos, pero cuando el hecho se repite una y otra vez y no encontramos el problema, es porque ni siquiera podemos verlo, nuestro cerebro se encargó de taparlo muy bien para que no podamos captarlo.

¿Cuál es la solución? Como primer punto, notar que nuestro cerebro está tapando nuestros errores. A partir de ahí, ver qué cosas en nuestra vida no tienen el resultado que esperábamos. Esas son las cosas en las que estamos cometiendo algún error, lo más difícil es poder ver el error en sí, porque es un punto ciego para nosotros. Dependiendo del caso, a veces es necesaria alguna ayuda externa para lograr encontrarlo. Por último, para obtener un resultado diferente, es evidente que tenemos que hacer algo diferente en nuestra vida.

Una última cosa que viene al caso, al contrario de lo que se creía, nuestros sentidos no son los que nos engañan, ellos captan lo que pueden del exterior. Agrego una frase de Kant: “Nuestros sentidos no nos engañan, no porque siempre juzguen bien, sino porque nunca juzgan”

lunes, junio 04, 2007

La guerra, altruismo mal orientado


Un material algo curioso llegó a mis manos. El autor sostiene que todos llevamos dentro a un ser altruista (entiéndase como alguien que procura el bien ajeno aún a costa del propio) y que además contamos con la reflexión consciente, que nos permitiría comprender el punto de vista del otro.

Si dentro nuestro existe este ser, uno se pregunta, por qué la maldad entonces, por qué las guerras. Y he aquí lo curioso, que me pareció muy acertado, utilizamos ese recurso altruista para formar parte de un grupo y lanzarnos en contra de otros grupos humanos unidos de la misma manera pero bajo banderas diferentes, como dice el libro, “exactamente como si nuestro planeta no tuviera más destino que el ser una gigantesca cancha de fútbol bélico en la que el jugador enemigo se nos presenta siempre como atentando contra nuestros valores más sagrados…”. Y luego agrega: “…sin que pensemos jamás que tal vez, el proceso de aprendizaje social es una sola malla apretada de relaciones humanas, en la que nuestros propios actos están contribuyendo constantemente a aumentar la polarización y la divergencia social, cavando con ello nuestro propio abismo, aún cuando estamos creyendo que luchamos por la noble causa de “la verdad” y que el otro, en su ceguera intencional, no puede ni quiere reconocerla como tal”.

Utilizamos nuestro segundo recurso, la reflexión consciente, para justificar nuestras acciones, para demostrar cómo es que nuestro punto de vista es el válido y el del otro está equivocado.

¿Qué tal si comenzamos por lo básico?, nosotros mismos… Podemos ver que también utilizamos estos recursos de manera equivocada en nuestra vida cotidiana, al discutir con una persona de nuestro entorno, sea con la pareja, un hijo o un hermano. Mientras no logremos dominar estas grandiosas facultades, y orientarlas de manera correcta vamos a seguir teniendo el desastre de mundo que tenemos.

jueves, abril 26, 2007

No te mueras





Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está
infeliz con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera
una vez en su vida, huir de los consejos sensatos...


¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!




Aunque no sean las palabras exactas de Pablo Neruda, me gustó más esta versión de alguien que se inspiró en sus palabras.

lunes, octubre 09, 2006

Cambio profundo


Los verdaderos cambios vienen dados por la comprensión.
Cuando uno realmente comprende que hay algo que está haciendo mal y que no puede continuar haciéndolo de esa forma, luego de un tiempo variable según la magnitud del cambio, decide tomar acción.

Existen cambios aparentes que se dan cuando uno no respeta ese lapso luego de la comprensión (transición entre ambos estados) y quiere cambiar instantáneamente lo que está mal.

Sus causas pueden ser diversas:

  • Se puede creer que uno está preparado para afrontar el cambio cuando aún no lo está.
  • Se puede querer agradar a alguien, por lo que ni siquiera está realizada la etapa de comprensión.
  • Se puede querer hacerlo para superar una etapa de sufrimiento, “pasar un mal trago” lo antes posible.
Volviendo al caso en que el cambio se realiza para agradar a alguien, esto puede aparentar tener efecto inmediato, pero el problema viene luego, cuando conviven a medias el viejo ser que no logró comprender, con el nuevo luego de cambiar sin estar seguro de lo que hacía. Estos cambios suelen ser rápidos, sin tiempo de asimilación.

Luego de esto, pueden pasar dos cosas, la persona vuelve a su estado anterior, con la inquietud de por qué debería ser de la otra forma, con lo que puede comenzar a asimilarlo lentamente, a pensarlo y algún día comprenderlo, o, al haber sido un cambio apresurado y con los resultados incorrectos, puede que pierda interés en descubrir por qué sería mejor ser de otra forma.

Para que un problema esté resuelto, la solución debe nacer desde la raíz, desde lo más profundo del ser, uno debe empaparse de comprensión y debe haber terminado de asimilar el nuevo aprendizaje al respecto.

Es importante destacar que los cambios deben partir de uno, aunque la inquietud surja de alguien más. Nadie es quien para decir qué es lo mejor o qué lo peor, qué es bueno y qué malo, es por eso que uno debe decidir. Puede suceder que lo que uno consideraba como normal, o incluso bueno, deje de serlo.

Conocer es el primer paso para comprender, pero no es suficiente, el conocimiento está en la superficie, aún no logró infiltrarse y envolvernos. Cuando causa este efecto puede decirse que se llegó a la comprensión.


martes, junio 27, 2006

Recomendaciones...

Siguiendo con la propuesta de Sabejal, intentaré hacer mis recomendaciones...
La verdad que no soy tan experta como para andar recomendando, así que me limitaré a comentar qué me impactó, tanto en los últimos tiempos, como antes de eso... y trataré de explicar por qué lo recomendaría.

En primer lugar, referido al ámbito de la lectura, me estuve interesando en algo relacionado con filosofía. Me fascinan los pensamientos socráticos, contados desde la óptica de su discípulo

Platón. Admiro su genio, y su habilidad para discutir; pero en este caso lo que leí no es una de sus tan excelentes discusiones, sino un diálogo entre amigos, en el que, a través de profundas preguntas, él logra que los demás lleguen a las conclusiones más interesantes. El libro se llama “Diálogos I” y es de Platón, todavía no lo termino, y no sé cuándo lo haré... porque justo estoy en un momento de tiempo crítico...

Una recomendación, que no dejo de hacer cada vez que tengo la oportunidad es un libro fantástico, mejor dicho, una trilogía:
"El señor del tiempo" de Louise Cooper. Los que me conocen sabrán cuánto hincho para que la disfruten tanto como yo. Hace bastante que la leí, pero el impacto que causó en mí fue tal, que la considero mi favorita. Ella provocó un torbellino de emociones, distintas a cada momento... y con ella aprendí más sobre los humanos, o tal vez reafirmé conceptos... Por más que esté contada desde un mundo imaginario, con personajes poderosos, me hizo introducir entre ellos, y sentir lo cada sensación, y desear que ciertas cosas pasen o no pasen, sufriendo con ellos. Fue intenso realmente, por eso la recomiendo una y otra vez.

Por el lado de la música, bueno, hoy en día, con mi violín, tengo que decir que estoy fascinada con la habilidad de Vanessa Mae... tiene un estilo de música diferente, con temas en los que mezcla lo clásico con algo de ritmo, eso me encanta.
Un cantante a recomendar, que tiene unas letras magníficas, y que conocí no hace mucho, es mi amigo español Fran Reca
. Canciones como “Sentir que te tengo”, “Un par de alas”, “Tu luz”, “Soy” y “Luz de escenario” son mis favoritas, realmente están para escucharlas y se pueden bajar desde su página.

Películas... hay tantas películas interesantes... que me han enseñado, de las últimas no puedo decir nada, porque hace un tiempo que no me actualizo. Una de mis favoritas es: “Un ángel enamorado”, qué gran película, es increíblemente triste, pero vale la pena mirarla.




Otra que está en la lista de primeras en el ranking es “Cadena de favores”, sí, lo sé, me gustan las películas tristes... tal vez porque son las que más me emocionan, las que más me hacen sentir... podría nombrar muchísimas, pero no quiero aburrir.




Dejo abierta la invitación a hacer sus recomendaciones a todos aquellos que estén interesados en compartir sus gustos.

martes, junio 13, 2006

Mente y corazón



Amo mi mente, y no puedo darle menos importancia que a mi corazón. Ella es la que me permite traducir lo que está dentro mío y la que me dicta cada palabra. El corazón siente y la mente traduce.

Muchas veces se suele confundir, y dar más importancia a uno que a otro. Ambos se conectan y trabajan tan juntos que hasta se hace difícil diferenciar quién hace cada cosa... ambos tienen importancia,  y ambos se equivocan.

Equilibrio.

¿Por qué se equivocan la mente y el corazón? Creo que esto tiene una respuesta simple... porque se guían de los sentidos. Los sentidos son los que engañan, los que permiten ver una parte limitada de la realidad, captar la parte del mundo de una cierta forma. La mente elabora sus respuestas según esto y el corazón siente también guiándose de ellos.

Doy un ejemplo... una rosa ES. Tiene una forma, un color, un aroma; todas estas cosas son las que se pueden captar por medio de nuestros sentidos de vista y olfato con base en lo que pudimos atrapar del exterior (pero una rosa es mucho más que eso), nuestra mente creó una imagen de esta rosa y la asoció a otras, y al significado de la palabra “rosa”, e hizo una breve descripción de ella, para recordarla. Por otro lado, el corazón pudo asociarla a un sentimiento, puede ser el que sentimos cuando alguien nos regaló una rosa, o al regalar una... o el aroma nos recordó algo, o nos inspiró a escribir al respecto.

Con todo esto quiero decir que la mente y el corazón se están guiando de algo mucho más limitados que ellos en sí (los sentidos), y hacen un muy buen trabajo a pesar de todo, pero inevitablemente cometen errores.

En la función de asociar la rosa que estamos viendo a otra situación que provocó cierto sentimiento (recuerdo) se ven involucrados los dos, la mente, que trae el recuerdo y lo asocia a algo, y el corazón, que reproduce el sentimiento... ahí se ve la interacción muy ligada de ambos.

Pese a que pudimos captar eso con nuestros sentidos en ese instante, dije que la rosa ES, y con eso quise decir que es mucho más que lo que vimos en un momento determinado. Tiene miles de detalles que nunca vimos, que nos perdimos, y que la hicieron especial y única. Un día intenso de sol hizo que tomara un color oscuro, o quizás le faltó un poco de agua y se ve algo triste o algún bichito hambriento le dejó una herida, tampoco observamos sus partes en el microscopio para saber qué complejidad envuelve cada una de sus células, no sabemos casi nada de ella, solo un instante de observación superficial.

Nadie se detiene en los detalles y quizás no está mal. Sería imposible hacerlo con cada cosa, pero al menos sepamos de nuestras limitaciones y no confiemos exclusivamente en nuestros sentidos, que abarcan tan poco.


lunes, junio 05, 2006

Un bálsamo para el alma


Ya he escrito algo sobre la importancia de sonreír, pero nada acerca de la risa. Por más que son parientes, son distintas cosas. La risa espontánea demuestra un desborde de alegría, surge cuando ya la sonrisa no es suficiente para demostrarla, cuando ya no se puede disimular el sentimiento. Una sonrisa, en cambio, puede ser más cálida, es una forma de agradecer y de brindar. También surge cuando se recuerda un momento grato o alguna picardía. Últimamente me ha pasado que me descubro sonriendo por la calle al despertar de un recuerdo, y me pregunto: “¿qué pensará la gente que me ve sonreír sola? Seguramente que estoy loca...” (obviamente que no me importa, jaja). ¿Cuáles son las causas de estos repetidos momentos? Los haces de luz que estuvieron iluminando mi vida, el recuerdo de situaciones y momentos compartidos.

En fin... este post era para contarte una pequeña historia que me ocurrió mientras viajaba...

Iba en colectivo hacia mi pueblito, rendida por el sueño que me invadía, haciendo un esfuerzo por no dormirme aún, porque la conversación con mi amiga que viajaba a mi lado estaba interesante. Cuando ya nos pusimos al día con las novedades, el silencio sobrevino, y con él el sueño se hizo más potente. Las imágenes y pensamientos se empezaron a mezclar y cada vez perdía más el contacto con el ambiente externo. Cuando me encontraba entre medio de los dos mundos, escucho mi nombre y mi mente vuelve a la realidad. La mezcla turbia de voces se hace clara y reconozco que no hablan de mí...

Unas chicas jóvenes en el asiento de atrás estaban haciendo los típicos comentarios que se hacen cuando no hay tema de conversación. Una de ellas había dicho: “¿Por qué se ríe la Caro? La Caro se ríe demasiado...” Qué???!!! ¿Cómo alguien va a criticar a otra persona por reírse demasiado? :O

jueves, mayo 25, 2006

Cumpliendo sueños fuera de la burbuja



Iba caminando por la calle y mi cerebro comenzó a maquinar, un tema le sucedió a otro como una cadena de principio difuso. Me detuve en el pasado con el afán de comprender el presente.

Este eslabón de la cadena comenzó afligiéndome. Me di cuenta que de chica me hubiera encantado aprender tantas cosas... pero nunca fui incentivada, todo lo contrario... Me sentía capaz, tenía voluntad... pero mis decisiones aún no cobraban importancia. Mis deseos de aprender arte, música, computación, inglés o algún deporte fueron desplazados... Lo peor de todo es que no hubo razón concreta, simplemente se debe a la burbuja que envuelve a mi familia desde siempre, que la aparta de las actividades normales de todos los seres humanos. Me vi encerrada, atrapada en la burbuja. Me puse triste, me di cuenta de todo el tiempo que perdí, de la facilidad que hubiera podido tener ahora de haber tenido la oportunidad de empezar antes.

Pero luego vino el instante de comprensión, y mis preguntas “¿Por qué esta sed? ¿Por qué necesito aprender sobre todo lo que se me ocurra? ¿Por qué tanta diversidad? ¿de dónde saco estas ganas de complicarme la existencia a esta edad?” tuvieron respuesta y cobraron un sentido diferente...

Puede que mi deseo profundo de aprender de cada cosa en todo momento y en todo lugar provengan justamente de esa necesidad que tuve hace años. Ésto debe ser lo que me da tanta fuerza, y me hace devorar cada nueva oportunidad de conocer, y tratar de desmenuzar todo como para sacarle el máximo jugo y que no se escape más, ésto es lo que me motiva.

Mi tristeza se convirtió en alegría, porque imaginé cómo podría haber sido un pasado distinto, lleno de posibilidades de aprender... tal vez me hubiera cansado antes de empezar, y ahora ya mi sed parecería saciada, y me conformaría con lo poco que hubiera podido aprender. Tal vez no era el momento correcto, tal vez no hubiera valorado la importancia de cada cosa como ahora lo hago.


miércoles, mayo 17, 2006

¿Por qué pregunto tanto?



Creo que es una de las mejores formas de aprender, en ambos sentidos.

Puede haber diversos casos, la persona que responde:

1.- Sabe la respuesta
2.- La supone
3.- La intuye
4.- No la sabe


Caso 1 (El que sabe la respuesta):
Es obvio que hay un aprendizaje directo si el receptor sabe la respuesta. Solo se trata de que yo sepa escuchar y asimilar y de que esta persona sepa explicarse y tenga voluntad y paciencia para hacerlo. En este caso me beneficio yo nada más, porque lo único en lo que le puedo llegar a aportar conocimiento es en saber explicar sus propias ideas.

Caso 2 (El que supone la respuesta):
Quien supone la respuesta puede que esté convencido de que la sabe; cuando yo pregunto genero una duda, y esa duda puede traer una inquietud en el receptor, lo que pone a prueba sus conocimientos.
En este caso tal vez no se pueda tener la certeza de que hay una respuesta a la pregunta, pero sí se sabe que existen teorías al respecto. Es bueno comprobar la solidez de las teorías a través de interrogantes, y ¿qué mejor debugger que otra persona ajena a la teoría?
Aquí se evidencia un aprendizaje en ambos sentidos.


Caso 3 (El que intuye la respuesta):
El que escucha la pregunta intuye una respuesta. Tal vez porque nunca antes se lo había preguntado y entonces es la respuesta que pudo generar en el momento sin meditarlo demasiado (a veces de esta forma puede salir una muy buena respuesta).
También puede ocurrir que lo haya razonado en algún momento, pero que sepa que su respuesta quizás es incompleta o no la haya examinado en profundidad. En este caso es bueno complementar ideas al respecto, y tratar de completar y fortalecer la teoría entre los dos.
También existe un intercambio, el aprendizaje es mutuo.


Caso 4 (El que no sabe la respuesta):
Quien ni se aproxima a una respuesta tal vez es porque no se le cruzó nunca ni remotamente por la cabeza el cuestionarse eso. Tener una duda es el primer paso para poder aprender, y en este caso qué mejor que dos cerebros para poder pensar en una respuesta.


domingo, mayo 07, 2006

Palabras sagradas...


(Si hoy no tenés ganas de complicar tu existencia, te recomiendo que no leas este post)

Hay palabras que no deberíamos pronunciar sin antes saber el significado que éstas envuelven.

Constantemente necesitamos comunicarnos con otras personas a través de palabras, expresar nuestros sentimientos... pero lamentablemente estos sentimientos suelen ser demasiado relativos... no tenemos forma de medir hasta qué punto estoy interpretando bien, o se está expresando bien el otro...

Pongamos un ejemplo...
Una de las que considero sagradas es: AMOR. Yo decidí guardarla, no emplearla a la ligera, dejarla para ocasiones especiales, de verdadero sentimiento...
Sin embargo, para la mayoría de las personas su uso es tan común que terminan gastándola, que ya pierde su significado tan mágico...

Tal vez teniendo en cuenta la definición que otra persona le da, yo siento amor... y hasta tal vez más que esa persona, pero el hecho es que para mí no llegó a la medida suficiente como para merecer que la emplee...

La verdad es que detesto catalogar a los sentimientos, encerrarlos en una palabra, y que no salgan de ahí... a veces creo que los sentimientos pueden estar mezclados entre sí para formar cosas indescriptibles, y es una lástima restringirlos a una sola que no contemple toda su magia...

Aunque no me guste, trato de adaptarme sabiendo que la mayoría de las veces estas palabras no tienen todo el significado que yo les daría... lo que me apena es no reconocer cuándo realmente alguien utiliza toda la potencia que ellas quieren expresar...


viernes, abril 14, 2006

Hasta el infinito... ¡y más allá!


Una vez más quise tratar de definir el infinito... tratar de entenderlo...

Cómo entender el infinito con nuestra mente tan humana, acostumbrada a ver cómo todo tiene un principio y un fin... bueno, es algo muy similar a tratar de comprender a su opuesto, el instante... ¿qué es un instante? ¿cuán pequeño es? cada vez que se te ocurra una medida yo te puedo decir: “estoy segura que puedo encontrar una menor”, siempre parecerá que nos acercamos más y más, pero sin embargo nunca llegamos al instante exactamente.

Alguno tranquilamente podría decirme: “el instante es aquello que se capta con una cámara fotográfica, ¿qué mejor ejemplo que ese?”. Bueno, tampoco esto representa a un instante... sino una suma de instantes, un período, un lapso en que las cosas se mantuvieron aparentemente quietas... ¿y si no cómo es posible que salga la “foto movida”?. Lo que se capta es el conjunto de momentos en el que el obturador estuvo abierto.

El famoso infinito es algo muy similar, por más que siempre pensemos que nos estamos acercando al final existe más...

Aunque no podamos imaginarlo (con los patrones que nuestra mente pudo formar), está... no sé si es solo una idea, o una realidad, lo único que sé es que no debemos creer que algo no existe simplemente porque no llegamos a comprenderlo...


miércoles, marzo 22, 2006

¿Todo muy simple o todo muy complicado?


Creo que existen dos posibilidades, cada uno decide cuál de ellas prefiere...

  • Todo es demasiado simple, hasta el punto que solo hay que disfrutar de la vida sin cuestionarse nada, solo nacemos, vivimos acá y ahora y morimos y solo es cuestión de suerte la vida de cada uno. Ser pobre, ser rico, tener posibilidades de estudiar o vivir "renegando", no tener para comer, todo depende del azar.
  • Todo es demasiado complicado, demasiado difícil de entender, pero hay alguna finalidad por la que estamos acá, es el deber de cada uno descubrir esa finalidad. Todo lo que ocurre es por algo. Somos parte de algo mucho más grande.

Por mi parte decidí descartar la primera opción, porque de esa forma no podría comprender mi tan buena suerte (a pesar de que, como todos, tengo mis días malos)... el nacer tan afortunada, y tener tantas oportunidades. El simple hecho de estar acá, escribiendo, siendo que podría estar en otro lugar del mundo, intentando sobrevivir en alguna guerra, o en la mayor pobreza.

Si todo fuera azar, el origen mismo del universo sería una combinación de múltiples casualidades, se tuvieron que dar millones de condiciones a la vez para que comiencen a surgir las primeras cosas. Y muchas más aún para que lleguemos a nuestro estado actual...

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Actualización: 20 años después de escribir esto pasé por acá. Ahora descarto la segunda opción y me quedo con la primera. Sigo sintiéndome afortunada, pero hoy considero que gran parte de lo que nos toca vivir es azar. Lo único que podemos hacer es decidir cómo jugar con las cartas que le tocaron.

domingo, marzo 19, 2006

¿Será el secreto de la vida?


"Pensad como si todos vuestros pensamientos tuviesen que ser grabados a fuego en el cielo para que todo y todos lo viesen. Y verdaderamente es así.

Hablad como si todo el mundo fuese un único oído, atento a escuchar lo que decís. Y verdaderamente es así.

Obrad como si todos vuestros actos tuviesen que arrojarse sobre vuestras cabezas. Y verdaderamente es así.

Desead como si vosotros mismos fueseis el deseo. Y verdaderamente lo sois.

Vivid como si vuestro propio Dios tuviese necesidad de vosotros para vivir suVida. Y verdaderamente es así."

MIRDAD

¿Cuántas personas lo habrán logrado realmente? Tan fácil que parece escribirlo, y sin embargo es casi imposible llevarlo a la práctica. Pero por suerte existe la palabra "casi", y nos da la esperanza de algún día (ahora o en otro tiempo lejano) poder lograrlo.

Por momentos me pongo a pensar en todo esto, y una muy pequeña parte de mí quiere poner la voluntad suficiente como para lograrlo, pero luego, al ver el mundo que me rodea esa pequeña ilusión se desvanece y vuelvo a mi vida cotidiana, enfrentando los problemas mundanos...

Y estas palabras no pasan a ser más que eso, palabras...


jueves, marzo 16, 2006

La búsqueda...


“Quizá has buscado demasiado, de tanto buscar no tienes ocasión para encontrar.

Cuando alguien busca fácilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa, ya que únicamente piensa en lo que busca, tiene un fin y está obsesionado con esa meta.

Buscar significa tener un objetivo. Encontrar sin embargo significa estar libre, abierto, no necesitar ningún fin. Persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista.”

Siddharta

Después de buscar y buscar y no encontrar, leí este pensamiento, que me pareció muy interesante. Desde ese momento comencé a intentar aplicarlo. Creo que la vida te va presentando las respuestas. Y, como en todos los aspectos que se me ocurren, cuando uno menos busca algo es cuando aparece.

Tal vez todo está más a la vista de lo que parece, solo que no lo vemos...